Breviarios

La consciencia del uno.
El prólogo de los recuerdos.
La nitidez del deseo.
·
¿No es concisa la palabra?

Si digo: amplio;
¿nada en ti se ensancha?
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Qué rápido el dolor,
del corazón al corazón.
·
El corazón es una espiga,
crece hasta la siega.

Grano cultivado que en manos ajenas queda.
·
La pena es un doble castigo:
El dolor de la pena 
y el ensimismamiento del uno que hace del otro olvido.
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El pensamiento es un océano,
no por grande deja de estar confinado.
·
¿Acaso es el cansancio un nuevo inicio?

Así es el culmen humano, fin-principio;
lo que era forma convertido en forma,
lo que era mito, mito reconvertido.
·
Es cierto:
Somos acreedores del verbo.
·
Qué garantías son necesarias para poder escribir
"no temo".

La necesidad es otro tipo de miedo.
·
Sufrí el sesgo de la conciencia;
me queda una voluntad inepta,
manos incapaces
y una voz herrumbrosa.

Si convertimos la felicidad en trabajo,
dónde se halla el descanso.
·
Estigmas que flagran en la frente:
el peso
de la Ley que nos concierne.
·
No fue la soledad quien me arrojó respuestas,
sino las preguntas que hice en ella.
·
Quiasmo
Las personas
y su hacer.
·
Una mentira tuya instaura la verdad de otro.                       
·
Escribir es también responder a preguntas que nadie te hace.
·
El amor y la muerte,
los rayos que no cesan.
El ser humano,
viviendo
constantemente
bajo la tormenta.
·
Sólo soy cuando escribo,
 el resto es esfuerzo.
·
Existe el rapto de lo no propio pero sí tomado.

Lloro su hurto igual que una pérdida.
Sé que anida debilidad ahí,
vencido por la querencia.

Hermano pequeño de Láquesis soy.
·
Si no eres nada sin el ego no eres nada con el ego,
compañera,
compañero,
lo sé porque he sido nada;
desde la nada del ser y del tiempo vengo.

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