ESCLARECIMIENTO

I

Para el fin nos ha sido dada.
No importa lo que digamos;
                               persona o número
quedarán relegados ante la última página o el último aliento.

Nuestra lucha no es una lucha,
miles emprendemos;
pero no hay destino claro, no sabemos.

Cada uno con su alarde de persona,
su montante y sus diretes,
su bolsillo y su razón,
sin medios para ser en pleno deseo.
El olvido perpetuo del insigne motivo.

No vienen ya,
                               no las esperen.

Ojalá comprendan como otros han comprendido
y sean tras el encuentro.
Surja la guía y el ingenio
y hablar sea más;
y más allá otra vez, de nuevo.

Ojalá nos deshagamos del engaño entre canto y lamento.
Partícipes, hagamos nuestro un dogma,
o un misterio,
lo convirtamos en método;
unas serán augurio, otras impulso,
yo quisiera viento.
Que todas honren al verbo.

No vienen ya,
                               iremos.

¡Hágase la claridad!

II

Emprenderemos el viaje y la historia,
seremos sus reos,
haciendo lo justo para acabar en entidad.

¿Cómo se consumen los días?
Laboriosamente confeccionamos la incertidumbre,la desesperanza,
pero estaremos yendo;
                               para poner fin al fin.
Acabar ante nuestra propia doctrina esbeltos.

Habremos de indagar en el momento
                y más allá.
Confiaremos en la guía autoimpuesta que descubrimos.
Hagamos nuestro el salmo «no nos dejes caer en la tentación»
y seamos fieles al edicto,
la libertad lo es.

III

¡Puedo verla!
En la profundidad de la boca está,
es un índice que señala.

¡Vedla también!

Ella sabe la Verdad,
mas no puede revelarla.

IV

Reclusión del verbo.


El sueño,
reside dentro, agazapado.
Cachorro es,
y espera ser amamantado.

Es el sueño de una virtud
donde resurge la palabra viva,
viva,
porque es al fin dicha.

Y en la palabra van los deseos,
                               el ímpetu los sostiene,
son tan leves
como necesarios.
Son,
y al ser residen,
huéspedes de un osario.

Sea también el sueño.
Es la súplica que se alza en el silencio del pecho.
Surge palabra,
sé acto.

Trae contigo la Verdad,
para conceder la dicha de pertenecer
                                al mundo que son los oídos.

Deja que la voz tome parte,
se instaure,
y con la potestad proferida del que vive,
quede expuesta y diseminada;
entregada humildemente, con goce,
pues es el regalo de lo propio,  propiamente hecho.

Libre confiere libertad,
sé siempre acabada en verbo;
tú que dotas la humana condición de los misterios.

Aquí y ahora,
sea tu valentía.
                               Íntegra  has de venir,
para acabar abocada  en otros centros.
Sé siendo,
                inicio imperecedero,
una misericorde armonía,
                                                               motivo de un cuerpo.

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